martes, 11 de agosto de 2009







Ernesto Bertani








La pintura realista tiene un carácter testimonial” La pintura de Bertani atrae la mirada. El ojo recorre las curvas y los nudos, se pierde en los límites sinuosos de los cuerpos sin encontrar la salida de esos cuadros laberínticos, pero a la vez tan familiares. Hombres y mujeres se suceden en estos retratos que intentan ilustrar a la clase media argentina, fundamentalmente a la porteña, desde sus cuerpos y su ropa. Su obra oscila entre lo político y lo cotidiano, lo social y las escenas más íntimas. “La pintura para mí es una forma de expresión y reflexión sobre muchas cosas. El lenguaje que utilizo es siempre más o menos el mismo y me voy guiando por lo que pasa alrededor”, explica Bertani. Los personajes de sus cuadros son hombres y mujeres de ciudad que se repiten a lo largo de diferentes series de determinadas características. El hombre siempre viste traje, casi como una armadura, no se le ve la piel y, curiosamente, rara vez los habitantes de las telas de Bertani muestran su cara. Las mujeres se acercan más a lo erótico, con sugerentes escotes y vestimentas pegadas a sus cuerpos de caderas redondeadas. “Lo que busco es trazar un estereotipo”, afirma el autor. A partir de la vestimenta Bertani apela al imaginario social. La tela toma la forma del cuerpo para mostrar una clase media, en pa labras del artista, “alienada, llena del estrés de las oficinas”. De ahí también la familiaridad de sus imágenes, los objetos son reconocibles y las acciones de los cuerpos recuerdan actos cotidianos.

El arte de Bertani también transita y expone la historia. A principios de los 80’, durante el último período de dictadura militar en la Argentina, la violencia se filtraba a través de sus dibujos en los rostros deformados por cicatrices, atados con sogas o cadenas. En los ‘90, en cambio, los colores en su obra empezaron a alterarse. “Antes los tonos de las corbatas eran más sobrios, después de la década menemista cambiaron, aparecen las corbatas en lila, fucsia, amarillo, y empiezo a pintarlas de esos colores, como un elemento que llama la atención y que muestra esta nueva necesidad de hacerse ver”, describe el pintor. Por eso la pintura de Bertani denuncia y subraya las características de una época. Y él lo sabe, “soy un pintor realista porque creo que el arte tiene un carácter testimonial muy importante. Además, a diferencia de la fotografía, la pintura me da la posibilidad de exacerbar determinadas escenas”. Ausencias, amores, pasiones, rutinas, lugares cotidianos enfundados en un traje. Un recorrido por las historias que atraviesan a la clase media urbana a través de la mirada irónica del autor es la propuesta de esta retrospectiva.
Ma. Soledad Vampa










(bajado de internet, página sobre pintores argentinos)

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